La palabra diamante proviene del griego Adamás, que significa invencible o inalterable. Como ya sabréis es el elemento natural más duro que existe, es decir, el más difícil a ser penetrado o rayado. Creado en condiciones de presión y temperaturas extremas en las capas más internas de la tierra, llegan a capas más próximas de la superficie a través de los movimientos del magma en erupciones volcánicas profundas.

Los diamantes tardan en formarse entre mil y 3,3 mil millones de años, es decir, entre el 25% y el 75% de la edad de la tierra. Visto así, y añadiendo su escasez y belleza, no parece sorprendente que nos atraigan tanto.

Hace ya entre 3000 y 6000 años que se conocen los diamantes, empezando su utilización en India. Desde entonces hasta ahora el crecimiento del interés mundial por los diamantes no ha cesado y su posición como la gema favorita en joyería es indudable.

 

Como habreís escuchado alguna vez, los diamantes de clasifican según las “4 Cs” (del inglés carat, cut, color, clarity). En castellano serían, peso, corte, color y pureza.

Para ésta clasificación y su consecuente valoración, es muy importante tener en cuenta dichos parámetros.

Pero, ¿sabíais que hay diamantes de muchos colores? los amarillos o marrones estarían considerados de color bajo en la escala en la que se clasifican, siendo los blancos completamente incoloros los de mejor clasificación. Pero es que además existen diamantes naturales azules, verdes, negros, rosados, violetas, naranjas, morados y, los más raros, los rojos.

 

En estos casos se clasificarían según otras tablas. En el caso de los diamantes negros, las impurezas harían que éstos no fueran traslúcidos, de ahi el efecto del color negro.

 

Además está el tema de la pureza, un diamante puede ser de un color blanco excepcional pero contener dentro de él una impureza que no lo haga atractivo, por tanto de bajo coste. Existe otra tabla de clasificación según este parámetro.

Para acabar con las características de clasificación de los diamantes es muy importante como se corta el diamante. Al darles el corte y para conseguir el brillo y la luminosidad ideal es vital cortarlo con las proporciones y medidas adecuadas para sacar lo mejor de él.

 

 

Todos los diamantes utilizados en las alianzas de Breuning vienen con su garantía y certificado correspondiente, indicando en él la pureza, color, peso y corte de éstos. Además el engarzado en las alianzas está garantizado, de esta forma podéis lucir los diamantes con tranquilidad en vuestras alianzas.

Hay infinitas posibilidades de como engarzar los diamantes en vuestras alianzas. entre nuestras colecciones vereis muchas de ellas, como las de clavado lateral, con espirales de diamantes, piedras sueltas, en grupos de tres… todas las combinaciones son bonitas, con oro blanco, amarillo o rosa….las posibilidades son infinitas.